17.3.08

LA CLAVE DEL ROMPECABEZAS

A vos, paciente Asterión Que me esperaste en el centro del laberinto De todos los libros que son uno, Y que cuando descubrí ese centro Llevaste mis ideas a la nada Al confrontarlas con el Infinito.

A vos, gran alquimista del verbo Que me incitaste a buscar sin descanso El secreto nombre de la Divinidad La combinación oculta de cifras Que rige al cosmos al nombrarlo.

A vos, moderno poeta antiguo Que me enseñaste a mirarme en el espejo De historias, textos, palabras Que configura al conocimiento humano.

A vos, Gran Tigre Amarillo Que acechas en el borde de mi sombra Durante la eterna repetición de instantes que es el tiempo.

Te digo, oh Doble, Opuesto, Reflejo, Sombra Que tanto si descubro un Secreto Cosmos, o un Caos Azaroso Una Infinita variación de un Instante o Infinitos Instantes diferentes que se repiten Una Cifra que resume al Todo, o que el Todo configura una Cifra Que Dios nos creó, o Nosotros creamos a Dios para que nos Cree, Siempre sabré que prefiero la Pregunta a la Respuesta Que Vivir no es Encontrar, es Buscar...

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